Hoy es una jornada especial, para la comunidad educativa de la institución, para los miles de alumnos sordos, hipoacúsicos y con trastornos del lenguaje que pasaron por sus aulas; para todas las Escuelas Especiales del país y para la historia de la Educación Especial argentina porque, para todos ellos, la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 28 “Prof. Bartolomé Ayrolo” festeja sus ciento veinticinco años, junto a los 125 jóvenes años de la Educación Especial y el Día del Colectivo de las personas Sordas.
Quienes tomaron las importantes decisiones que le dieron origen: Roca, Balestra, Wilde, Madero, de los Llanos, Labougle, Terry y Facio, tenían -sin duda- talla de visionarios, que se multiplicó en el conjunto actual de la Educación Especial.
En las últimas décadas del siglo XIX, nuestro país reconocía al compromiso auditivo dando inicio Educación Especial y al respeto a las diferencias y al valor de la diversidad y la inclusión, que se han transformado en valores de este nuevo milenio.
La educación se inició oralista, pero asimismo puso la semilla que germinó en la Lengua de Señas de la Comunidad Sorda Argentina que devino en el eje de la transformación del hacer pedagógico de la escuela en el encuadre bilingüe de hoy.
Este establecimiento, nacido como una escuela signada por una mirada patologizante de los compromisos auditivos pasó a ser una escuela que se propone acercar el universo cultural - a los niños, jóvenes y adultos sordos - desde una mirada que reconstruye cultura desde la Lengua de Señas.
Hoy, el vertiginoso cambio filosófico educacional representa un desafío para nuestra comunidad educativa, una demanda de mayor formación y de capacitación permanente para sus docentes y una urgencia de más competencias comunicacionales en LSA. Grandes son las carencias edilicias, no obstante, superamos las dificultades con tesón y creatividad.
Esta institución, que fue la primer Escuela de Educación Especial de la argentina, no es ajena a las preocupaciones que genera el nuevo milenio y la posmodernidad, pero se empeña diariamente en ser digna depositaria del legado recibido, manteniéndolo, acrecentándolo y actualizándolo en la medida de sus posibilidades.
Gracias, a todos los que de una manera o de otra hicieron posible que hoy la escuela se vistiera de fiesta para su cumpleaños y en especial a la Sra. Directora de Educación Especial Lic. Vanesa Casal por acompañar el proyecto “125 años de la escuela – 125 años de la Educación Especial”, así como también a toda la comunidad educativa que se embarcó en este proyecto que se plasma hoy ante ustedes, pero traicionaría a toda una comunidad educativa si, no exhortara a las autoridades a cumplir la promesa de una escuela nueva.
Gracias, a toda esta enorme comunidad educativa, que va más allá de los muros escolares, por mantener viva una llama que no se ha apagado por 125 años y seguir pensando pedagogía que tenga como centro al niño, joven y adulto sordo o con trastornos del lenguaje. Así, como también, a toda la comunidad educativa de la Educación Especial que junto con nosotros cumple 125 años y a la Comunidad Sorda que celebra junto con nosotros su día.
A todos gracias por estar aquí, en tres eventos, tres historias y una escuela.
Quienes tomaron las importantes decisiones que le dieron origen: Roca, Balestra, Wilde, Madero, de los Llanos, Labougle, Terry y Facio, tenían -sin duda- talla de visionarios, que se multiplicó en el conjunto actual de la Educación Especial.
En las últimas décadas del siglo XIX, nuestro país reconocía al compromiso auditivo dando inicio Educación Especial y al respeto a las diferencias y al valor de la diversidad y la inclusión, que se han transformado en valores de este nuevo milenio.
La educación se inició oralista, pero asimismo puso la semilla que germinó en la Lengua de Señas de la Comunidad Sorda Argentina que devino en el eje de la transformación del hacer pedagógico de la escuela en el encuadre bilingüe de hoy.
Este establecimiento, nacido como una escuela signada por una mirada patologizante de los compromisos auditivos pasó a ser una escuela que se propone acercar el universo cultural - a los niños, jóvenes y adultos sordos - desde una mirada que reconstruye cultura desde la Lengua de Señas.
Hoy, el vertiginoso cambio filosófico educacional representa un desafío para nuestra comunidad educativa, una demanda de mayor formación y de capacitación permanente para sus docentes y una urgencia de más competencias comunicacionales en LSA. Grandes son las carencias edilicias, no obstante, superamos las dificultades con tesón y creatividad.
Esta institución, que fue la primer Escuela de Educación Especial de la argentina, no es ajena a las preocupaciones que genera el nuevo milenio y la posmodernidad, pero se empeña diariamente en ser digna depositaria del legado recibido, manteniéndolo, acrecentándolo y actualizándolo en la medida de sus posibilidades.
Gracias, a todos los que de una manera o de otra hicieron posible que hoy la escuela se vistiera de fiesta para su cumpleaños y en especial a la Sra. Directora de Educación Especial Lic. Vanesa Casal por acompañar el proyecto “125 años de la escuela – 125 años de la Educación Especial”, así como también a toda la comunidad educativa que se embarcó en este proyecto que se plasma hoy ante ustedes, pero traicionaría a toda una comunidad educativa si, no exhortara a las autoridades a cumplir la promesa de una escuela nueva.
Gracias, a toda esta enorme comunidad educativa, que va más allá de los muros escolares, por mantener viva una llama que no se ha apagado por 125 años y seguir pensando pedagogía que tenga como centro al niño, joven y adulto sordo o con trastornos del lenguaje. Así, como también, a toda la comunidad educativa de la Educación Especial que junto con nosotros cumple 125 años y a la Comunidad Sorda que celebra junto con nosotros su día.
A todos gracias por estar aquí, en tres eventos, tres historias y una escuela.
Lic. Juan José Agrelo
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